DECLARACIÓN DE INTENCIONES


Releyendo algunas entradas de este blog, me he dado cuenta (tampoco hay que ser muy suspicaz) de que la mayoría de ellas se centran en describir un desbordamiento negativo. Y no me ha gustado nada. Así que, quiero cambiar esta tendencia. No sólo porque mi ira ya no está en su punto álgido (gracias, estoic@s del mundo), sino porque quiero intentar moderar la negatividad que desprenden mis palabras. Por tanto, voy a procurar centrarme en los desbordamientos positivos y restaurar, así, el equilibrio perdido. ¡A ver qué sale!

Por de pronto, os dejo otro texto que me ha resultado máximamente inspirador a la hora de superar mis sentimientos de crispación. Se trata de un fragmento de la obra "Meditaciones" de Marco Aurelio. Espero que lo disfrutéis.

Cuando te sientas afectado por la conducta despreciable de un hombre, pregúntate inmediatamente: “¿Es posible que no haya gente despreciable en el mundo?” No, no es posible. Entonces, no esperes lo imposible. Pues dicho hombre es tan sólo uno de tantos depravados que deben existir en el mundo. Piensa lo mismo del villano, del cínico y de cada necio que encuentres en tu camino. Pues si recuerdas que tales personas existen, estarás mejor dispuesto hacia ellos.

Reflexiona también acerca de las virtudes que la naturaleza nos ha dado para contrarrestar los actos viles. Pues nos ha dado la compasión como antídoto contra la brutalidad, y así para cada afección nos ha dado una virtud distinta. Y en cada caso, te es posible corregir al descarriado; pues todo el que vaga sin rumbo falla su objetivo y acaba por mal camino.

Además, ¿qué daño has sufrido? Verás que estas personas no han hecho nada que perjudique tu mente, y todo lo que es perjudicial y malo para ti existe sólo en la mente. ¿Por qué te extraña que alguien ignorante actúe como un idiota?

Tal vez debas echarte la culpa a ti mismo, ya que no esperabas que esa persona se equivocara de esa manera. Seguramente tu voz interior te dijo que era posible que cometiera semejante error. Pero aún así, tú no prestaste atención, y ahora te sorprende su equivocación.

Por encima de todo, cuando acusas de deslealtad o ingratitud, vuélvete hacia ti mismo. El error es claramente tuyo, si creíste que él cumpliría su promesa o fuiste amable simplemente porque esperabas algo a cambio. Pues, ¿qué esperas cuando prestas un servicio a alguien? ¿No deberías estar contento por haber hecho lo correcto, en lugar que sentir que deben pagarte por ello?

Es como si tus ojos cobraran una tarifa por ver o tus pies por caminar. Estas partes de tu cuerpo están hechas para cumplir propósitos específicos y, al actuar según su configuración, logran su realización. Asimismo, nosotros hemos sido creados por la naturaleza para actuar con benevolencia. Cuando hacemos algo útil o que, de alguna manera, redunda en el bien común, actuamos en armonía con nuestra configuración inherente y, así, cumplimos nuestro fin.


Comentarios

  1. Marco Aurelio, posiblemente el menos imperial de los emperadores romanos. Un 'desbordamiento' este tan fecundo como el del Nilo, sin el cual no habría cosechas.

    Salud y mareas vivas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias, Loam! A ver si esta nueva actitud mía da sus frutos. ¡Un fuerte abrazo!

      Eliminar
  2. Bueno, supongo que es normal cuando a uno le dejan un espacio libre resaltar más las cosas malas que las buenas. Al fin al cabo las cosas buenas son para disfrutarlas sin preguntas y las malas para intentar reflexionar y aprender...

    Me ha gustado mucho este párrafo:
    Por encima de todo, cuando acusas de deslealtad o ingratitud, vuélvete hacia ti mismo. El error es claramente tuyo, si creíste que él cumpliría su promesa o fuiste amable simplemente porque esperabas algo a cambio. Pues, ¿qué esperas cuando prestas un servicio a alguien? ¿No deberías estar contento por haber hecho lo correcto, en lugar que sentir que deben pagarte por ello?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ese párrafo es brutal, ¿verdad? A mí también me encanta. ¡Muchas gracias por tu comentario, Beauséant!

      Eliminar
  3. Me agrada el cambio de registro, no todo van a ser cajas destempladas. Y me viene bien haberlo leído, sobre todo el final. Me alivia y recuerda por qué soy como soy.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Te refieres a lo del bien común y a nuestra esencia bondadosa? A mí ese me parece uno de los apuntes más certeros del texto, y creo de verdad que lo propio del ser humano es la bondad. ¡Un fuerte abrazo, Gerardo!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

DÍA MUNDIAL DE LA FILOSOFÍA

MONTAIGNE Y LA MORALIDAD DEL SUICIDIO

Y LEJOS DE TODO