DECIR

Decir... Hablarte

a ti diciéndote entera.

Sin palabras...

Sólo la contemplación es válida

en este caso.

Contemplarte con mi oído,

contemplarte con mi olfato.

Contemplarte con mi boca,

contemplarte con mi tacto,

en este ahora,

instante vivo

que de arriba a bajo

nos desvela;

ojos cerrados...

Comentarios

  1. Cuando la contemplación, además de mirada, es lenguaje, entiendo.

    ResponderEliminar
  2. los ojos tienen un lenguaje propio, se necesita mucha paciencia, mucha contemplación para entenderlos, pero una vez que lo logras todo queda desvelado... los ojos no saben mentir

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pienso exactamente lo mismo, Beauséant. ¡Muchísimas gracias por tu comentario!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

DÍA MUNDIAL DE LA FILOSOFÍA

MONTAIGNE Y LA MORALIDAD DEL SUICIDIO

Y LEJOS DE TODO