DECIR
Decir... Hablarte
a ti
diciéndote entera.
Sin
palabras...
Sólo la
contemplación es válida
en este
caso.
Contemplarte
con mi oído,
contemplarte
con mi olfato.
Contemplarte
con mi boca,
contemplarte
con mi tacto,
en este
ahora,
instante
vivo
que de
arriba a bajo
nos
desvela;
ojos
cerrados...
Cuando la contemplación, además de mirada, es lenguaje, entiendo.
ResponderEliminarExacto :). ¡Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarlos ojos tienen un lenguaje propio, se necesita mucha paciencia, mucha contemplación para entenderlos, pero una vez que lo logras todo queda desvelado... los ojos no saben mentir
ResponderEliminarPienso exactamente lo mismo, Beauséant. ¡Muchísimas gracias por tu comentario!
Eliminar