LA ACCIÓN




Me gustaría profundizar un poco más en uno de los asuntos de los que hablé someramente el otro día en la entrada llamada “Lo extraordinario”. Se trata del relacionado con nuestros actos y con cómo estos nos definen más que nuestros pensamientos. Para ello, voy a centrarme en el planteamiento que hace Sartre en la obra El existencialismo es un humanismo, que en realidad es la transcripción de una conferencia que dio el 29 de octubre de 1945 en París, en la que procura refutar las críticas que sufre la teoría existencialista.

Sartre, al intentar clarificar lo que es el existencialismo, dice lo siguiente:

La doctrina que yo les presento es justamente lo opuesto al quietismo, porque declara: solo hay realidad en la acción; y va más lejos todavía, porque agrega: el ser humano no es nada más que su proyecto, no existe más que en la medida en que se realiza, no es por tanto más que el conjunto de sus actos, nada más que su vida.

No en vano el existencialismo afirma que el ser humano no tiene una esencia predefinida de antemano, sino que su identidad estaría en una continua construcción a través de los actos que va realizando a lo largo de su vida. De esta forma, solo se podría decir quiénes somos cuando morimos, es decir, cuando se termina la posibilidad real de que la acción cotinúe. He aquí un breve resumen de cómo lo expresa Sartre:

¿Qué significa aquí que la existencia precede a la esencia? Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se define. El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Solo será después, y será tal como se haya hecho. Así pues, no hay naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla. El hombre es el único que no solo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace.

¿Y qué consecuencias tiene esta tesis? Es decir, ¿qué implica que el ser humano se construya a sí mismo a través de sus actos? Sartre lo señala a continuación:

De acuerdo con esto, podemos comprender por qué nuestra doctrina horroriza a algunas personas. Porque a menudo no tienen más que una forma de soportar su miseria, y es pensar así: las circunstancias han estado contra mí; yo valía mucho más de lo que he sido; evidentemente no he tenido un gran amor o una gran amistad, pero es porque no he encontrado ni un hombre ni una mujer que fueran dignos; no he escrito buenos libros porque no he tenido tiempo para hacerlos; no he tenido hijos a quienes dedicarme, porque no he encontrado al hombre con el que podría haber realizado mi vida.

Es decir, construirnos a través de nuestros actos implica asumir completamente las consecuencias de los mismos y no eludir nuestra responsabilidad ni echar la culpa de lo que nos pasa a factores externos que no tienen que ver con nuestra capacidad de decidir. Estamos condenados a elegir, dirá Sartre más adelante, y a través de esa elección inevitable, vamos construyendo lo que somos. Y nadie nos salva de esa elección, es decir, es imposible que nos libremos de tomar partido; otra cosa es que tengamos la suficiente madurez y fuerza para asumir las consecuencias de nuestra acción libre. He aquí el fragmento donde lo pone de manifiesto:

Es lo que expresaré diciendo que el hombre está condenado a ser libre. Condenado, porque no se ha creado a sí mismo, y sin embargo, por otro lado, libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace. El existencialista no cree en el poder de la pasión. No pensará nunca que una bella pasión es un torrente devastador que conduce fatalmente al ser humano a ciertos actos y que por consecuencia es una excusa; piensa que el ser humano es responsable de su pasión. El existencialista tampoco pensará que el ser humano puede encontrar socorro en un signo dado sobre la tierra que lo oriente; porque piensa que el ser humano descifra por sí mismo el signo como prefiere. Piensa, pues, que el ser humano, sin ningún apoyo ni socorro, está condenado a cada instante a inventar al ser humano.

A inventarse, pues. ¡Feliz jueves!



Comentarios

  1. Creo que esas anotaciones son del existencialismo es un humanismo, ¿no?

    Leí ese libro hace muchos, muchos años, y fue una especie de golpe en mi existencia. No entendí, y sigo sin entender, algunas de las partes, pero para mi fue un toque de atención, un ponte las pilas, deja de quejarte y pelea, nunca dejes de pelear por lo que te parezca justo, por aquello que deseas. Perderás, perderás en casi todo lo que intentes, pero lo importante es no dejar de hacerlo, ser digno de aquello que quieras ser...

    Gracias por traerme esos recuerdos que creía perdidos ;)

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  2. ¡Hola, Beauséant! Efectivamente, son fragmentos de "El existencialismo es un humanismo". Es una obra que siempre me ha encantado, porque tiene presupuestos grandiosos y para mí también ha supuesto ese toque de atención del que hablas que me invitaba a ser mejor. Un fuerte abrazo y gracias a ti por compartir esta reflexión.

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  3. No, gracias a ti, he desempolvado ese tomaco verde que estaba en la estantería cogiendo polvo... Es un gran libro, sin duda.

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