LOS OTROS



Las personas pueden hacerme sentir desbordamientos ilimitados, tanto para bien, como para mal. Pero, cuando son para bien, no hay nada comparable. Han sido muchas las personas que me han gustado a lo largo de mi vida, y cuando digo “gustado” (esa gran palabra donde cabe casi de todo), quiero decir que se meten dentro de mí y lo inundan todo. No sé si me explico… Me refiero a cuando una persona te llega dentro, conecta contigo y te hace sentir que el mundo no es el basurero infesto que casi siempre parece ser. De hecho, el mundo se convierte en un oasis, o más bien, desaparece; sólo existe la persona, ESA PERSONA. 

Pero, ojo, no estoy hablando de enamorarse románticamente; es otro tipo de emoción, aunque es verdad que se parece mucho. ¿La diferencia? No sé, supongo que está en que no quieres tener nada físico con el otro. Se trata sólo de algo emocional. Aunque, bueno, ahora que lo pienso…, la mayoría de las veces que alguien me ha inundado, no me hubiera importado estrujarle como a un limón. Pero sí que es cierto que se puede prescindir perfectamente del componente físico. Quizá se trate entonces de una especie de enamoramiento de intensidad moderada, o un enamoramiento no romántico. No lo tengo claro, la verdad; siempre que intento clasificar una emoción esta se me escurre como si de agua se tratase; lo que me hace pensar que no merece la pena clasificar nada y que es mejor dejarlo a la imaginación y, sobre todo, a las vivencias de cada uno. 

El caso es que, al principio, la persona no parece nada especial y genera las mismas incomodidades que causan todas las demás. Porque, reconozcámoslo, estar delante, al lado, hablando…, con alguien sin tener apenas confianza, es de lo más incómodo que te puedas echar a la cara. Bufff, he odiado mucho a lo largo de mi vida esas situaciones en las que no sabes de qué hablar ni cómo actuar; vamos, timidez pura. Por fortuna, el paso de los años ha hecho que me desenvuelva mejor en esas circunstancias, básicamente porque ya me la pela mucho lo que puedan pensar de mí, y he descubierto que se puede disfrutar de forma considerable practicando la espontaneidad al interactuar con las personas. Increíblemente, me mola lo que antes detestaba.

Volviendo a lo que nos ocupa (descifrar cómo una persona puede llegar a inundarme) poco a poco, no sé muy bien cómo, se va metiendo dentro de ti. En parte, creo que son sus gestos, especialmente su mirada. Pero, sobre todo, es su forma de interactuar con los demás y con el mundo, y por supuesto, es su forma de interactuar contigo. El cómo te trata es fundamental, y eso, en el fondo, está motivado por cómo le tratas tú a él o a ella. Y es que hay algo recíproco en la interacción, eso es incuestionable, de tal forma que lo que provoca el otro en ti, tú también lo provocas en el otro. Es una retroalimentación maravillosa. Pero no sabría decir con exactitud, cuál es el momento preciso en el que esto empieza a darse. ¿Cómo y cuándo se pasa de sentir al otro como ajeno a sentirle como parte de ti? Supongo que en cada caso será diferente. 

Lo cierto es que, que alguien te inunde de esa forma te hace sentir de puta madre. La intimidad que se produce en esa conexión es desbordante al máximo por su belleza. Belleza… Amor… Se convierten en una sola cosa. Y te ríes mogollón con él o con ella, y podéis pasaros horas hablando sin parar, o simplemente compartir un espacio juntos y descubrir vuestra complicidad tan solo con las miradas. Es como si la mejor parte de uno mismo se hubiera desdoblado para convertirse en otro, en otro de carne y hueso, con un cuerpo distinto al tuyo, pero, a la vez, parte de ti, porque casi eres tú mismo. 

Estoy deseando volver a sentir esta conexión profunda con alguien; la echo intensamente de menos y siento cierto vacío sin ella. Espero que pronto vuelva a mi vida, ahora que parece que los días son más largos y que la primavera está al caer. ¡Sentidos alerta!

Comentarios

  1. Me parece una intimísima reflexión la que has escrito y coincidente con ni forma de pensar. Hay personas que gustan y no es algo asociado solamente al aspecto físico, si bien es cierto que mucho contacto con alguna persona que te 'gusta' puede desencadenar otra necesidad de ir más allá de lo que en principio uno cree o espera.
    ¿En qué punto se percibe esa emoción especial (sin necesidad de más)? yo creo que no hay una normal general. Hay veces que es desde determinada mirada, desde un sonrisa especial, desde una palabra pronunciada muy bajito...
    No sé, estemos alerta porque yo también soy de las que se siente vacía sin esas conexiones.

    Me ha encantado tu relato, ¡un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias, Chelo! Me encanta que coincidamos en esta concepción de la conexión con los otros. Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  2. Supongo que es parte de nuestra esencia, esa necesidad (si, ¿por qué no amor?)"del otro". Por mi temperamento tiendo a la introspección, a pasar tiempo conmigo mismo y me siento incómodo en cualquier situación que implique socializar. Pero, no se por qué, hay personas junto a las que esto no meocurre y es emocionante. Son reflexiones al hilo de lo que señalas en tu post.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Gerardo! A mí también me parece muy emocionante cuando se produce una conexión de este tipo. Supongo que esa emoción tiene que ver con que, al igual que tú, tiendo a la introspección y no me ocurre muy a menudo. Un abrazo.

      Eliminar
  3. Hola. Gracias por pasarte por mi rincón para que te pueda conocer. Sobre tu post y lo que me evocan tus pareceres, hay personas que te producen una simpatía instantánea y es verdaderamente especial. Y a mí no me pasa demasiado a menudo. Una pena, ¿No?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Juli Gan! Muchas gracias a ti por comentar. A mí tampoco me pasa demasiado a menudo y, sí, me parece una pena, pero creo que parte de la belleza de estas conexiones es que sean tan de vez en cuando. Un saludo.

      Eliminar
  4. Me gusta el concepto de dejarse inundar por una persona. Es fantástico cuando eso pasa! cuando conectas con alguien con una simple mirada y compartes el mismo sentido del humor.

    La primavera está al caer y espero que llegue repleta de ese tipo de conexiones ;)

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola hiro! Sí, sería genial que así fuera. Si te pasa y lo quieres compartir, será un auténtico placer leerlo. Un fuerte abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

DÍA MUNDIAL DE LA FILOSOFÍA

MONTAIGNE Y LA MORALIDAD DEL SUICIDIO

CENUTRIO